Es una mañana fría de invierno. La alarma está sonando. Tu cama está tan cómoda y tibia ... y tienes el mejor sueño que has tenido. ¡Necesitas levantarte de la cama, pero no te sientes preparado para enfrentar el mundo exterior cruel y frío. ¡De igual forma, tienes que levantarte de la cama!
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1
Establece la temperatura de la habitación a la temperatura que quieras.
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2
Coloca tus pantuflas cerca de la cama.
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3
Coloca una camisa o bata tibia cerca de la cama.
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4
Fija la alarma 30 minutos antes del tiempo que necesites levantarte.
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5
Coloca el despertador en el otro extremo de la habitación (es decir, no al lado de la cama).
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6
Pídele a alguien que se siente a tu lado, te hable y te mantenga activo.
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7
Pídele a alguien que te traiga una bebida caliente y bébela poco a poco.Guarda un poco para cuando te levantes.
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8
Cuando tengas un poco de fuerza, siéntate en la cama.
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9
Muy lentamente quítate las sabanas del cuerpo.
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10
Estira los brazos y la espalda, y masajéate el rostro con delicadeza.
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11
Planifica la mañana, piensa en lo que vas a hacer hoy, en otras palabras, mantente activo.
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Acuéstate de nuevo, y déjate caer en la cama con las piernas en el suelo, y luego cae lentamente por completo. ¡Caer casi te despertará violentamente!
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13
Ponte las pantuflas.
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Coloca un libro o tu teléfono al lado de la cama, y lee un pasaje o tu correo electrónico hasta que estés lo suficientemente despierto.
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15
Si sientes frío, usa la camisa o la bata. Un buen truco es tomar la manta caliente con la que dormiste y usarla un rato hasta que te acostumbres a la temperatura. ¡Sólo asegúrate de no dormirte de nuevo!
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Estira los músculos de forma adecuada para despertarte.
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Bebe poco a poco la bebida.
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Ponte el pelo hacia atrás.
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Ve al baño y lávate la cara con agua tibia.
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