Cómo puedo amar mi trabajo, bien explicado paso a paso

Todo el mundo quiere ser esa persona que siempre está hablando de lo excelente que es su trabajo. Por desgracia, a nadie le gusta su trabajo el 100 % del tiempo, pero hay maneras de disfrutar y ser agradecidos por el trabajo en lugar de odiarlo. Consulta el paso 1 para comenzar el cambio de actitud acerca de tu trabajo.

Parte 1 de 3: Obtener más satisfacción de tu trabajo

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   Practica la gratitud. Con un trabajo que odias, amas o te es indiferente, puede ser difícil recordar las buenas cosas del mismo y las razones por las que debes estar agradecido por él. Practicar la gratitud por tu trabajo puede hacer que sea más fácil lidiar con este si lo odias, y te hará acordar de todas sus excelentes cualidades si te muestras más positivo frente a este.

   • Mantén un diario de gratitud que sea solo para tu trabajo. Todos los días acontecen por lo menos 3 cosas por las que estar agradecido en tu trabajo. Esto podría ser algo así como "el sol entraba por la ventana de mi trabajo" o "la chica linda del delivery me sonrió" o "conseguí un aumento hoy". Incluso si no te sientes particularmente agradecido por tu trabajo ese día, trata de buscar solo 3 cosas en las que te puedas enfocar.
   • Trata de pensar en formas en que este trabajo es bueno para ti. Podría ser que te brinda el dinero suficiente para comprar esa nueva colección de libros que querías o que está cerca de tu casa y no tienes que viajar lejos.
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   Encuentra al menos un detalle positivo. Incluso si se trata de un trabajo especialmente difícil de querer, tener por lo menos un detalle positivo en el que pensar durante tu jornada de trabajo puede marcar la diferencia. Incluso si este detalle positivo es la hora del almuerzo.^[1]

   • Este paso va más allá de simplemente buscar cosas por las que estar agradecido. Si te da terror ir a trabajar por la mañana, concéntrate en lo rescatable para convencerte a ti mismo de emocionarte más por el trabajo.
   • Por ejemplo: antes de levantarte en la mañana (sobre todo si es temprano y la alarma se apagó), acuéstate allí por un momento y acuérdate de ese punto positivo (poder ver y coquetear con tu compañera de trabajo). Durante el día, cuando ese punto positivo suceda, detente y piensa "Me siento muy agradecido".
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   Observa las habilidades y el conocimiento que estás adquiriendo. Tal vez ahora tienes experiencia lidiando con un jefe difícil o eres más eficaz en el manejo del tiempo, debido a que el trabajo te ha obligado a ser creativo. Hay una oportunidad para comprender cada puesto de trabaja que tienes, independientemente de si es un puesto alto o bajo, incluso si el único conocimiento que ganas es que no te gusta el trabajo.

   • Algunas personas se centran en las habilidades que desarrollan durante un trabajo, ya que son útiles para ayudarles a escalar posiciones. Por ejemplo, si estás atrapado en un trabajo de publicidad de nivel inferior en el que haces todo el trabajo y no obtienes ninguno crédito, puedes consolarte con la idea de que las habilidades que estás ganando ahora te ayudarán a obtener un mejor puesto en el futuro.
   • Otros se centran en el conocimiento que adquieren mientras están en el trabajo. Seamos realistas, una gran cantidad de puestos de trabajo no son los mejores. La paga es baja, el horario es malo, y el estrés es alto. Si el único conocimiento que adquieres del trabajo es que “no” es un trabajo que quieras hacer el resto de tu vida, eso es importante. Utiliza ese conocimiento como motivación para buscar un nuevo trabajo, algo que realmente te guste hacer.
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   Céntrate en la importancia del trabajo en sí. Averigua por qué el trabajo que haces es importante y lo que tu presencia significa en tu lugar de trabajo. Siempre hay algo que aportar, incluso si es solo tu sólida ética laboral y las habilidades para preparar sándwich de forma rápida.

   • Recuerda que cada persona que forma parte de un lugar de trabajo aporta algo importante para su trabajo. Concentrarte en el hecho de que lo que haces es importante te ayudará a valorar mejor tu trabajo y tu lugar en él.
   • Recuerda la importancia del trabajo en sí. Cada trabajo es importante si se mira desde la perspectiva correcta. Por ejemplo, si trabajas en una cafetería, dite a ti mismo como la gente que ingresa está recibiendo una bebida energizante y que no la conseguiría sin ti y el trabajo que haces.
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   Sé realista. No vas a amar, o incluso disfrutar, cada segundo de tu día de trabajo o cada tarea que se te pida realizar. Si te estás forzando a "amar" tu trabajo sin tener en cuenta el aspecto más difícil, es probable que te encuentres preocupándote por los aspectos difíciles.

   • Date permiso para tener días en los que simplemente no quieras ir a trabajar o no te sientas a gusto allí, incluso si estás practicando la gratitud y buscando detalles positivos. El problema es cuando esa es la única forma en la que ves tu trabajo. Es normal que en ocasiones surjan días malos e irritaciones durante el trabajo.
   • Cuando suceda algo que te irrite o frustre, recuerda que es la situación específica lo que es frustrante, no necesariamente el trabajo en sí. Esto hará que sea menos probable que caigas en una espiral descendente en donde comiences a centrarte solo en los aspectos irritantes del trabajo.
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   Desarrolla un proyecto secundario profesional. A veces necesitas hacer algo por ti mismo que pueda relacionarse con tu trabajo. Esto podría ser cualquier cosa desde escribir entradas de blog acerca de la industria de servicios, hasta el desarrollo de una nueva forma de estructurar tu empresa.^[2]

   • Considera lo que podría ayudar a mejorar tu trabajo o futura comerciabilidad. ¿Existe una mejor manera de hacer tu trabajo? ¿Existe una manera de hacer las cosas más rápido? ¿Podrías hacer el trabajo de la fotocopiadora mejor y tener menos fallas? Hacer cualquiera de estas cosas demostrará tu creatividad y tu iniciativa, y te dará un propósito.
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   Haz un trabajo mejor. A veces hay formas de mejorar tu trabajo de manera que pase de uno terrible o asfixiante a uno mucho más manejable. Esto puede significar tener una charla con tu jefe, que podría significar la reducción de horas, etc.

   • Por ejemplo, si se trata de un compañero de trabajo o tu jefe que te está haciendo la vida imposible en el trabajo, es posible que desees tener una conversación privada con esta persona. Es probable que no se den cuenta de que lo que hace te afecta de manera negativa. Incluso si se da cuenta, pedirle explicaciones por su comportamiento (especialmente si puedes ofrecer razones por las que necesitan cambiar) puede hacer mucho para mejorar las cosas.
   • Establece límites. Si trabajas muchas horas (o un montón de horas extras, las cuales no te pagan) discute esto con tu supervisor. Si existe una regla tácita de que tienes que trabajar horas extras, no caigas en la trampa.
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   Renuncia si no soportas tu trabajo; solo se vive una vez. A veces, realmente tienes que dejar el trabajo que está succionándote el alma. Comienza discretamente a buscar un nuevo puesto de trabajo, tal vez en un área más adecuada para ti, o en algo que puedas preferir hacer.

   • Decide si realmente no puedes permanecer en el trabajo en el que estás. Esto significa que el trabajo está afectando tu salud mental o física, o te sientes maltratado por la administración o un compañero de trabajo, etc. Si has tratado de mejorar tu situación y no puedes, es probable que sea hora de seguir adelante.
   • Trata de evitar dejar tu trabajo hasta que tengas otro, pero recuerda, no siempre habrá una red de seguridad en la que puedas saltar. Es posible que tengas que estar preparado para lo peor, si las cosas no salen bien. Esto no significa que debas permanecer en un trabajo que realmente no puedas soportar.
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Parte 2 de 3: Mejorar tu lugar de trabajo

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   Valora a las personas con las que trabajas. Incluso si no siempre te gustan las personas con las que trabajas, encontrar maneras de evitar subestimarlas crea una buena atmosfera. Solo con el hecho de darse cuenta y reconocer cómo cada persona contribuye (¡aunque sea solo un poco!) a la empresa puede marcar la diferencia.

   • Dile "gracias" a las personas con las que trabajas. Puede ser por cosas más generales, como que limpien la cocina después de usarla, o puede ser por el trabajo que han hecho. Di cosas como "¡Muchas gracias, John, por poner todo tu esfuerzo en nuestra presentación. Realmente has hecho que la presentación salga mucho mejor" o "Gracias Jane por arreglar la fotocopiadora una vez más. Realmente sabes cómo hacer funcionar ese aparato".
   • Reconoce el valor de cada persona. Cada persona que trabaja en un lugar de trabajo tiene un valor intrínseco, así como el valor que tiene que ver con su trabajo. El representante de servicio de atención al cliente que responde el teléfono todo el día es el rostro de la empresa para los clientes, la persona que lava los patos en la trascocina lo hace para que utilices los platos limpios durante todo el día, la persona que limpia los baños hace que el entorno de trabajo sea habitable. Presta atención a todas las personas que trabajan en la organización.
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   Recuerda y utiliza los nombres de las personas. En vez de utilizar un saludo general como "Hola, ¿Cómo estás?", acostúmbrate a decir "Hola, Abby, ¿cómo te trata la vida?". Resulta que una parte de nuestro cerebro se enciende cuando escuchamos nuestros propios nombres, lo que aumenta la amabilidad que sentimos por los demás.^[3]Ser feliz en el trabajo depende en gran parte de sentirse feliz con los compañeros de trabajo. Tu relación con tus compañeros de trabajo puede mejorar solo con mencionar el nombre de una persona en una oración. Así que hazlo; utiliza los nombres más a menudo y ve cómo el trabajo mejora.
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   Apóyense y anímense entre sí. Para crear un entorno más positivo donde se pueda trabajar mejor, debes buscar aliento y apoyo en las personas con las que trabajas. Tendrás que ver y cooperar con esta gente todos los días, por lo que buscar maneras de hacer esto hará que tu vida sea mucho más feliz.

   • Fomenta la confianza comenzando cada interacción con el supuesto básico de que puedes confiar en tu compañero de trabajo. Esto significa confiar en que harán su trabajo y que trabajarán de manera positiva contigo. Hacer esto creará la expectativa de confianza, y hará que tus compañeros de trabajo den un paso adelante y se ganen tu confianza. ¿La gente puede quebrar tu confianza? Por supuesto, pero de esta manera es más probable que fomentes una mayor confianza, y que los momentos en que la gente no termine lo que empieza sean vistos como poco comunes.^[4]
   • Si hay gente que no te gusta o que tiene un impacto negativo en ti, reduce el tiempo que pasas con ellos tanto como sea posible. No seas tosco. Por ejemplo, si Sally entra en tu espacio de trabajo para contarte un chisme, dale unos minutos de tu tiempo y luego dile, educadamente, "Oye, realmente tengo que terminar esto. Luego me cuentas".
   • Haz lo que quieres que otros hagan. Esto significa hacer tu trabajo de una manera oportuna, llegar puntual al trabajo, y no divulgar chismes desagradables y crueles acerca de tus compañeros de trabajo. Ajustar este comportamiento (sin decirle a la gente que debe actuar más como tú, y parecer una persona creída) puede hacer que las personas sean más propensas a querer actuar de esa misma manera.^[5]
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   Busca inspiración en tu trabajo. Tu trabajo podría ser limpiar habitaciones de hotel o servir sándwiches o podría ser un trabajo importante en el banco. Sea lo que sea, trata de buscar hacer algo inspirador, incluso si es solo inspirador para ti. Tienes la oportunidad de decidir si el trabajo que haces es importante.

   • Observa a las personas que te inspiran, incluyendo personas famosas. Por ejemplo: no tienes que convertirte en la Madre Teresa, pero podrías intentar ayudar a algunas de las personas que tienen problemas en tu empresa (como ofrecerte a enseñarles, o brindarles comentarios positivos, etc.).
   • Inicia un proyecto creativo en tu trabajo o fuera (pero relacionado) a este. Una buena manera de hacer que la inspiración siga fluyendo es tener un proyecto creativo en que el que estés trabajando. Esto podría ser algo tan simple como intentar nuevas formas de hacer tu trabajo (convertir los sándwiches que preparas en obras de arte, mejorar tus habilidades para preparar café con leche hasta que puedas preparar un café con arte; reorganizar tu cubículo para que sea más propicio para el trabajo).
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   Diviértete con tus colegas. Incluso si no te gusta lo que haces, buscar maneras de divertirte con tus colegas puede hacer el trabajo termine más rápido. No es necesario que descuides tu trabajo, o seas cruel para divertirte.

   • Ten una pizarra donde anotes las cosas más divertidas que la gente dijo ese día (siempre y cuando no estés repitiendo las cosas crueles o groseras).
   • Inicia un concurso de las peores bromas y ten algún tipo de premio tonto para el ganador. Una vez más, evita las bromas crueles (chistes racistas, sexistas o de violación, etc.).
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Parte 3 de 3: Desarrollar tu vida fuera del trabajo

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   Ten en cuenta que tu vida laboral puede afectar tu vida fuera del trabajo y viceversa. Lo que hacemos en el trabajo tiene un efecto en el hogar. Y cómo nos sentimos en casa se traduce en cómo nos sentimos en el trabajo. Es un ciclo, donde una parte de la ecuación influye en la otra. Concentrarse en mantener un buen "equilibrio de trabajo y vida" te ayudará a mejorar ambas partes. Aquí te damos algunas ideas sobre lo que puedes hacer fuera del trabajo para mejorar el tiempo que pasas en la oficina.
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   Invierte energía en tus amigos y familiares. La gente tiene la tendencia a envolverse en sus propias vidas, especialmente en sus puestos de trabajo. De repente te das cuenta que ha pasado más de un año desde la última vez que hablaste con tus amigos, porque toda tu energía y atención se ha ido en quedarte hasta tarde en el trabajo para conseguir ese ascenso.

   • Tener una sólida comunidad de amigos y familiares es muy importante para tu salud en general. Las personas que tienen conexiones sólidas tienden a vivir más y a sentirse más realizadas en sus vidas, lo que a su vez hace que también se sientan más felices en su vida laboral.
   • Separa un tiempo con tus amigos cada mes donde puedan reunirse. Puede ser algo así como reunirse para tomar desayuno cada primer viernes del mes. Entonces la fecha estará en los calendarios de la gente y, como es mensual, si no pueden asistir ese mes, pueden venir en una fecha posterior.
   • Asegúrate de pasar tiempo con tu familia (cónyuge, hijos, etc.). Incluso si estás cansado, separar tiempo para preguntarles acerca de su día y ayudar con las tareas del hogar puede hacer que la vida familiar sea mucho más feliz y satisfactoria.
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   Sigue tus pasiones. La mayoría de la gente no encuentra una manera de incorporar sus pasiones en sus puestos de trabajo. No dejes que esto signifique que tus pasiones se queden a mitad de camino, porque te enfocas exclusivamente en el trabajo. Busca la manera de perseguir estas pasiones fuera de tu trabajo, así no lo necesitarás para satisfacer esa necesidad.

   • Por ejemplo, si estás realmente interesado en la escalada, no necesariamente necesitas ser un instructor de escalada, o hacerlo como tu trabajo para sentirte feliz y satisfecho en el trabajo. Podrías tener un trabajo que ayude a financiar tu pasión o que te permita tomar vacaciones para salir en largos viajes de alpinismo.
   • Haz algo con el arte o algo creativo. Comienza a tejer o participa en algunas clases de dibujo libre (a veces puedes encontrar clases de dibujo libre en las escuelas). Esto te ayudará a sentirte como si estuvieras logrando algo importante y te dará una salida creativa (si no la obtienes en tu trabajo).
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   Sal de tu zona de confort. Probar cosas nuevas en tu vida puede hacer que sea más fácil manejar las sorpresas que la vida te pone en el camino. También es una excelente forma de desarrollar inspiración en todos los diferentes ámbitos de tu vida.

   • Hacer cosas nuevas no significa necesariamente gastar mucho dinero en un viaje por todo el mundo, o hacer paracaidismo (aunque si puedes y quieres hacerlo, ¡genial!). Significa probar diferentes cosas en tu comunidad que te desafíen, como tomar una clase de cocina, o asistir a conferencias gratuitas en tu universidad local, hacer agricultura de guerrilla, etc.
   • También puedes hacer cosas como trabajar en un comedor popular o albergue. Estos pueden sacarte de tu zona de confort, hacerte acordar de las cosas positivas en tu propia vida (como la comida, un techo sobre tu cabeza, salud, trabajo, etc.), mientras realizas un trabajo positivo en tu comunidad.
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   Mantén tu salud. El estrés en el trabajo y en tu vida puede causar que te enfermes, tanto de forma corporal como emocional. Busca formas de asegurarte de que recibas el apoyo y prácticas saludables que necesitas para soportar el estrés y las posibles dificultades.

   • El ejercicio es muy importante para tu salud física y mental. Libera sustancias químicas como las endorfinas que te ayudan a sentirte más feliz. El ejercicio puede aliviar la depresión y la ansiedad y aumentar tu nivel de energía. Trata de hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio cada día. Si te sientes somnoliento durante tu turno de trabajo, levántate y muévete (sube las escaleras de tu edificio, da un paseo alrededor de la cuadra, da algunos saltos). Funcionará mejor que una bebida energética para mantener tu energía hasta el final de tu turno.
   • Comer bien significa consumir alimentos que te ayuden a alimentar tu cuerpo y hacer que funcione a niveles óptimos. El consumo frecuente de alimentos con alto contenido de azúcar o sales y grasas saturadas, puede hacer que tu estado de ánimo empeore. Consume proteínas (carne, frutos secos, soja, etc.) y muchas frutas y verduras. En cuestión a carbohidratos, consume los mejores (arroz integral, trigo germinado, avena).
   • Duerme lo suficiente. La mayoría de personas en los Estados Unidos (sobre todo los que trabajan) presentan un déficit de sueño, que te hará menos eficaz y feliz en tu trabajo y en tu vida. Trata de dormir por lo menos 8 horas cada noche. Mientras más horas descanses antes de la medianoche, más descansado te sentirás. Apaga todos los aparatos electrónicos al menos 30 minutos antes de ir a acostarte.
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   Tómate unos días de vacaciones. Mucha gente nunca es capaz, o está dispuesta a tomarse unos días de vacaciones, incluso si sus trabajos ofrecen vacaciones pagadas a sus empleados. Las vacaciones te permiten distanciarte de tu trabajo lo cual puede ayudarte a decidir si es una buena opción para ti o si es realmente tan malo como piensas. O simplemente pueden rejuvenecerte de manera que puedas volver al trabajo con una mejor actitud.^[6]

   • Si realmente no puedes tomarte unas vacaciones completas, trata al menos de tener un par de días libres cada año, en los que simplemente te permitas un tiempo para relajarte y cuidar de ti mismo.
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Consejos

• Desahogarte con moderación sobre tu trabajo puede ser un buen calmante para el estrés. Si todo lo que haces es molestarte por tu trabajo, quiere decir que ya es hora de conseguir un nuevo trabajo, o que cambies tu forma de pensar acerca de tu trabajo actual.
• Prémiate cuando trates eficazmente con tu trabajo. Engríete un poco comprando un libro o esa galleta que realmente quieres. Las recompensas positivas por lidiar con tu trabajo te pueden dar más incentivos para ir a trabajar, y a veces tienes que hacer que las cosas positivas sucedan por ti mismo.

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Advertencias

• Nada es permanente. Es probable que tu trabajo tampoco lo sea. Sentir que estás atascado hará que sea más difícil dejar el trabajo cuando lo necesitas y hará que el trabajo en sí sea más estresante. Por otro lado, tener en mente que un trabajo agradable podría no durar para siempre, es una buena manera de recordar que debes apreciarlo.
• No obtengas tu identidad de tu trabajo, independientemente de lo mucho que puedas amarlo. Si lo consideras tu identidad, pondrás toda tu felicidad en su éxito o fracaso. Recuerda que sin importar lo bueno que sea, un trabajo es solo un trabajo.